Se disponían a leer
un poco, pero fueron interrumpidos abruptamente por unos gritos provenientes de
la habitación de Charleen.
-¿Qué es eso, es
Charleen? -Richard salió de un brinco debajo de las sabanas, Alice se sentó con
los ojos abiertos como platos, se colocó unas pantuflas anudándose la bata de
dormir y salió corriendo tras su esposo en dirección a la habitación de su
sobrina.
-¡Ábranme por
favor, sáquenme de aquí tío!
Los gritos
aumentaban cada vez más, Richard se paró frente a la puerta y giró la cerradura
pero estaba asegurado por dentro, era un llanto desesperado que alarmó cada
parte de su cuerpo....
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